Irlanda

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martes, 8 de octubre de 2013

El Miedo

El miedo a liberarse del miedo de una vez por todas es un tema muy recurrente del ego. Te dice: Oye, si ahora te transformas en un ser feliz, ¿que sera de todos esos momentos de dulce tristeza? ¿Ya entendiste que nunca mas volveras a estar triste? ¿Tu sabes cuantos buenos momentos de melancolia te vas a perder? ¿Y todas esas lagrimas que derramaste en las buenas telenovelas, las vas a abandonar definitivamente? ¿Y quien te pondra morriña en el corazon para que añores tu patria y tu pasado? ¿Acaso vas a olvidar todos esos momentos que te hacen llorar cuando los recuerdas? Eso es perder tu identidad… piensalo mejor.
El ego es droga dura, la mas dura de todas, pero tambien te colma de momentos de bienestar, como cualquier droga que se precie. El problema es el precio que te hace pagar por esos miseros momentos. Y digo miseros, porque comparados con lo que ofrece el Cielo son menos que miseros. El ego te dice que el cielo es un lugar aburrido y soso en el que nunca pasa nada que valga la pena. Y sin embargo todos los efimeros placeres que te ofrece no son sino copias burdas y deformadas de los placeres reales del cielo. El curso dice que el placer real es hacer la voluntad de Dios, pero esto, dicho asi sin mas, suena muy pobre a los oidos del ego: pues vaya rollo, tener que hacer la voluntad del viejo gruñon es lo unico que se me ofrece. De esta manera consigue su objetivo que no es otro que alejarnos de la comunion que supondria escuchar la voz del Espiritu Santo, y apartarnos por tanto de los placeres reales que nos harian dejar para siempre de creer en el. Y es que probar el cielo es muy peligroso, ya que una sola probadita te engancharia definitivamente al placer real, y eso seria el desvanecimiento definitivo del ego.

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