Irlanda

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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Entrevista A. Morjani

Hoy me gustaria comparti con todos, estos comentarios elegidos de una entrevista
 que publica Anita Morjani en su libro "Muero por ser yo", os aseguro que no tienen
desperdicio, maravilloso libro que os aconsejo leer.  

P: Demasiado amor propio, ¿no vuelve egoístas a las personas?

R: Una vez que entendemos que cada uno de nosotros está en el centro del universo infinito,
 nuestro centro para el Todo se vuelve más importante que cualquier cosa y vemos el valor 
de amar el ser. No podemos dar de lo que no tenemos.
En mi cultura, fui enseñada a poner a los demás primero y a mí, de última o simplemente, en 
ningún lugar. No fui enseñada a amarme a mí misma ni a valorar a quién y lo qué soy. Como 
consecuencia, tenía muy poquito que ofrecer a los demás. Solamente cuando llenamos nuestra
 copa con aprecio por nosotros mismos, tendremos algo que dar. Sólo cuando
 nos amamos incondicionalmente, aceptándonos como las criaturas magnificentes que somos,
 con gran respeto   y compasión, podremos, algún día, ofrecerle lo mismo a alguien más.
 Amar nuestro ser viene de primero y amar a los demás es el resultado inevitable.
El egoísmo viene de muy poquito amor hacia nosotros mismos y no de demasiado; por eso es 
que sentimos la necesidad de compensar, aquí, esa carencia. No hay tal cosa como quererse 
demasiado, ni tampoco eso de sentir demasiado afecto genuino por los demás. Nuestro mundo
 sufre de muy poquito amor propio y demasiado juicio, inseguridad, miedo y desconfianza.
 Si todos nos quisiéramos más, la mayoría de estos vicios desaparecerían.
Decir “te amo” cuando eres incapaz de decírtelo a ti mismo, no es más que actuar. No es real. 
  El afecto por mi ser y por el de los demás es la misma cosa. Todos nosotros somos
 Uno –todos interconectados. El ser conscientes de nuestra propia divinidad nos puede ayudar
 a ver nuestra magnificencia y que somos merecedores de amor, sin condiciones. 
Una vez que lo entendamos, ofrecer lo mismo a todos los demás se vuelve más fácil.


P: Muchos que desean sanarse les gustaría saber cómo hacer estas cosas: “Tener fe en su sanación,” 
“Soltar y permitir la sanación” y “Acceder a su lugar de sanación.” ¿Son estas cosas  útiles
 para el común de las personas? La gente que desea sanar sus cuerpos debe conocer
 cómo ponerlas en práctica.

R: No me gusta apoyar una metodología prescrita, ni instrucciones, ni nada por el estilo,
 porque si lo hago, sólo estaré creando más dogmas. Se trata de liberarnos completamente 
de todo eso. Sin embargo, sugiero no mirar a la enfermedad o a los síntomas como
 “algo de lo que me tengo que deshacer”, como si fueran un enemigo. Ésta es una reacción
 basada en el miedo. Para mí, la aparición de esos síntomas es la forma cómo mi cuerpo
 está tratando de sanarme. Sé que si trato de eliminar la enfermedad con una actitud de adversario,
 terminaré haciendo lo opuesto, antagonizando con ella y sumergiéndome más profundo 
adentro de las creencias mentales de la enfermedad.

Esto no necesariamente significa que no acudamos al médico. Sólo me refiero a cómo veo 
la enfermedad o las manifestaciones físicas del cuerpo. La idea es no obsesionarse con esto
 y pasar los días dándole vueltas con el sólo propósito de deshacerse de la enfermedad. 
Es realmente mucho más productivo distraerse y mantenerse ocupado con actividades que
 lo estimulen de forma positiva y creativa.

Tanto como pueda, trataría de liberarme de la necesitad de que mi salud sea de cierta 
manera con el fin de encontrar felicidad. Simplemente crearía felicidad en el momento presente,
 como si ya estuviera sana. Vivir en el presente significa no cargar ningún equipaje emocional
 de un instante del tiempo al siguiente. Cada instante es único y no puede ser duplicado.
Es nuestra elección si cargamos nuestros miedos con nosotros, manteniéndonos atrapados 
en la enfermedad.

No tienen que ser un gurú espiritual o algo por el estilo. Simplemente sáquenle lo mejor
 a cada minuto, viviéndolo en su totalidad, haciendo cosas que los hagan felices, aunque les 
quede un mes o 100 años de vida.




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